"Aún le doy vueltas a las orejas que se me escaparon en Madrid"

Ya han pasado horas suficientes como para que el hombre y el torero haya encajado en su mente todo lo vivido y sucedido en un día tan importante. Siempre hay cosas que analizar. Hasta cuando ha habido triunfo. Desde luego que también cuando éste no llega. Pero, sobre todo, cuando se ha tenido en la mano y no se terminó de amarrar. Es el caso de Andrés Romero en Madrid. Por eso el rejoneador de Huelva no para de dar vueltas en su cabeza a lo que pasó el sábado en la Plaza de Toros de Las Ventas en busca de conclusiones que le permitan aprender y crecer.

En este sentido, la sensación general en el jinete onubense es "agridulce". Contento por cómo le recibió Madrid y cómo le acompañó y le esperó en sus dos faenas. "Me ha encantado el público de Las Ventas. Fue muy generoso y muy cálido conmigo desde el primer momento. Aun sin perder nunca la perspectiva de dónde estaba, sentí en cada pasaje de mi actuación que el público entendió e hizo suyo mi concepto, que valoró lo que intento aportar y que ponderó la pureza, la verdad y el riesgo cuando fue necesario que le puse a todo lo que hice. Incluso después de pinchar varias veces a los dos toros, me tributaron dos ovaciones camino de las tablas que me sirvieron de mucho, para comprobar que, más allá de que cortara o no orejas, Madrid me ha visto".

Pero también por todo eso, la amargura por la sensación del triunfo que se escapó por mor del mal uso de los aceros. "En cualquier sitio, en todas las plazas, los triunfos hay que rematarlos. Siempre. Más aún en Las Ventas. Y lo sabía y así lo hice una semana antes en Almendralejo, pero no salió como lo tenía previsto. Me sentí bien en las dos faenas que fueron ante toros muy diferentes, cada uno me exigió mucho en grados distintos y creo que respondí. Ésa es mi impresión y eso me llega de los profesionales y de la gente que tengo cerca y que siempre me ha dicho las cosas de verdad. Y eso me lleva a pensar que, de haber matado en el primer intento a cada toro, podía haber cortado una oreja de cada uno de ellos y por tanto... Pero bueno, uno aquilata su experiencia a base de lo que le pasa y yo he aprendido y sigo buscando conclusiones sinceras para aprender más de cuanto pasó en Madrid", detalla Andrés Romero, que sentencia: "Ya sólo pienso en volver..."