"Me siento muy seguro", Andrés Romero a las puertas de Huelva
Está siendo su temporada más difícil. Sobre todo, porque no está gozando de las oportunidades que se ha ganado cada vez que le han dado la oportunidad de hacerlo. Por ejemplo, hace menos de un mes en Algeciras: puerta grande en su primera corrida de toros de la temporada española. Con todo, Andrés Romero ni baja la guardia ni pierde el ánimo. Mira adelante desde la esperanza y con la confianza en sí mismo que siente sólida. Así lo ha contado en el programa El Mundo por Montera de Teleonuba.
Una entrevista ante la Puerta Grande de la Merced, sobre el ruedo de su plaza y a unos días sólo de pisar éste y de mirar de frente a aquélla. Otra vez Huelva. Como otras veces. Otra vez la reválida. De nuevo la necesidad de triunfar para seguir. Una necesidad que lo es de puertas para afuera, pero, sobre todo, hacia adentro de un torero que llega al encuentro con su gente "en un buen momento. Estoy tranquilo, relajado, muy seguro de mí mismo y disfruto cada día más de mi profesión y del trabajo diario. Todo esto se tiene que notar en la plaza porque el torero, antes que torero, es persona", afirma.
Durante su intervención en el programa que dirige y presenta la periodista Inma León, el jinete de Escacena del Campo recuerda su trayectoria en La Merced desde aquel debut de 2012 actuando como sobresaliente en la encerrona de Diego Ventura. Salió ante el toro de Benítez Cubero, que no fue sencillo, que embistió con violencia y se la jugó decidido en dos banderillas "que me sirvieron para sentir por primera vez en mi vida cómo se rompe una plaza con un torero. Aposté por la cita que era, por la oportunidad que me estaba dando Diego y porque sabía que en ello me iba poder estar el año siguiente en Colombinas. Salió bien y ya no he faltado nunca a ésta que es mi feria y que es mi plaza", recuerda Romero. Desde entonces, su idilio con la afición onubense es total. "El de Huelva es un público que entiende de caballos y de toros, que sabe valorar lo que ve en el ruedo y que, por tanto, respeta a los toreros y disfruta con nosotros cuando hacemos bien las cosas. Aunque no fuera mi tierra, siempre querría venir a Huelva por cómo vive el toreo a caballo. Es un público especial y así me lo han reconocido muchos compañeros", señala Andrés.
Y es que el onubense no puede apartar la mirada ni un momento del horizonte sobre el que se levanta esa tarde del 6 de agosto. Ya sabe lo que es triunfar en Huelva, lo ha hecho cada vez que ha toreado allí, pero aún siente que quiere más para su plaza, para su gente, e incluso, para sí mismo: "Huelva es todo en cada temporada de mi vida. Tengo muchas ganas de cuajar una tarde muy redonda. Por qué no, cortar un rabo y lograr ese triunfo que sea muy sonado y que corone todo lo que ya he conseguido en esta plaza". El 6 de agosto puede ser ese día, tiene que serlo. Poder y ser, dos verbos muy ligados a la trayectoria de Andrés Romero. No le asusta, lo asume. El toreo, como la vida, es así. Pues el 6 de agosto será. Como tantas otras veces...
