La legión de niños romeristas, fieles a la cita en Huelva con su torero

Como el triunfo de su torero en Colombinas, el recibimiento que los niños de Escacena del Campo brindan a Andrés Romero a la salida de su hotel cada vez que torea en Huelva se va convirtiendo ya en una tradición. Este año sucedió de nuevo y otra vez fue el mejor augurio para la que vino después.

Son los cincuenta jóvenes, de entre 8 y 14 años, que el jinete y la empresa de la Plaza de Toros La Merced invitaron a la corrida de rejones del pasado 7 de agosto. Cincuenta niños ilusionados con la posibilidad de acompañar a su ídolo y que tienen la capacidad de impregnar de un ambiente muy especial la cita de Romero con cada Colombinas desde las vísperas hasta la salida a hombros por la Puerta Grande. Acompañados por sus monitores, los niños arribaron al hotel donde se hospeda Andrés unos minutos antes de que el rejoneador saliera junto a su cuadrilla camino de La Merced. Allí le vitorean, le tocan, le besan, se fotografían y, sobre todo, le animan. Luego, ya en la Plaza, se dejan notar con su forma tan luminosa de jalear a su torero, justo en el momento exacto, buenos conocedores como son cada vez más de la liturgia de la Tauromaquia. Toda la alegría, ya sin contener, la vuelcan una vez que Andrés Romero certifica su triunfo.

Ésta es una costumbre que el jinete de Escacena del Campo ha instaurado en los últimos años y que repite en los principales acontecimientos de su temporada, como en la Feria de Abril de Sevilla o las propias Colombinas. Otra vez ha colaborado con esta iniciativa el ayuntamiento escacenero, que aporta, no sólo los monitores que cuidan de los niños, sino también el autobús en el que se desplazan a Huelva.