El rejoneo es sinónimo de espectáculo. Siempre lo fue. Pensar en una tarde de rejones es saberse uno ante la certeza alta de que se va a divertir. Por eso el rejoneo llega tanto a la gente y cuenta cada vez más con el favor de la gente. Lo dicen las entradas que registran los espectáculos donde el toreo a caballo es el reclamo. Desde luego que si mañana dieran rejones de nuevo en Zahinos, el público que ha asistido hoy repetiría seguro a tenor de cómo se lo ha pasado en una tarde que ha medido en mano a mano a Joao Moura Caetano y Andrés Romero. El balance final (siete orejas y tres rabo) puede ser sinónimo de que todo ha ido a favor de corriente y es verdad, pero porque todo fluye cuando el toreo se convierte en una fiesta total.

Andrés Romero está en racha. Encadena ya cuatro puertas grandes consecutivas. Las ha abierto en plazas mayores como León y Huelva o menores como Almonte y Zahinos. Y es que da igual el escenario o su categoría cuando en el asador se pone toda la carne. El onubense ha multiplicado por mucho el depósito de su autoconfianza tras el triunfo compartido a lo grande con Diego Ventura en las Colombinas de su tierra. Está en un momento dulce y se divierte más que nunca toreando. La prueba, hoy. No se ha dado tregua en ningún momento. Ha sacado caballos menos habituales como Bavieca o Guitarra y clásicos e imprescindibles en cada compromiso como Guajiro, Conquistador, Perseo o Bambú. Los más nuevos han aprovechado para pedir más sitio. Los de siempre han respondido diciendo que ganar sitio de fundamental en esta cuadra se vende hoy muy caro. Nada es casual. Todo es fruto de la capacidad, del talento y, sobre todo, del trabajo. 

Andrés ha divertido porque se ha divertido él y ha ofrecido una notable tarde de rejoneo. En cada tercio. Parando con la solvencia de Bavieca y Perseo. Clavando con tanta espectacularidad como pulcritud y exactitud con Conquistador, Cheke, Guajiro, Guitarra y Bambú. Y haciendo la suerte de matar despacio con el temple de Chamán. El público de Zahinos así lo ha percibido y valorado y le ha concedido con fuerza los máximos trofeos en sus dos toros, lo que le convierte en el triunfador absoluto de una tarde de seguir sumando.