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Andrés Romero regresa a Nerva para hablar de toros antes de Sevilla

Históricamente taurina, la localidad onubense de Nerva -en pleno corazón de la Cuenca Minera- pelea contra las circunstancias que marcan el propio paso del tiempo y de la vida por mantener sus señas de identidad, también las taurinas. Mucho y buen trabajo viene realizando la Sociedad Centro Cultural de Nerva, que, al menos, ha recuperado el espacio donde hablar de toros. A ello se puso ayer Andrés Romero de la mano del informador taurino Paco Guerrero y del torero Oliva Soto.

 

Fue una conversación amena y distendida. Cercana también. Cálida en la misma línea de sus protagonistas. Se habló de toros, del toreo y de la vida misma, que, al final, la misma cosa son. Se habló de lo hermoso de un universo único, de lo duro que es también, de lo que cuesta hacerse un hueco y mantenerlo luego, de las diferencias entre un torero de a pie y otra a caballo, de cómo uno y otro se admiran y se respetan mutuamente y, en definitiva, de los parámetros en que se mueven hoy en día las trayectorias profesionales de Andrés y de Alfonso.

 

Estando tan próxima, Romero habló además de Sevilla y de su compromiso del domingo en la Feria de Abril. "No es fácil entrar hoy en día en estas ferias de referencia. Menos, cuando hay sólo dos corridas de rejones. Por eso valoro estar y la oportunidad que tengo de nuevo de volver a triunfar en la Maestranza y seguir reivindicando lo que soy y lo que quiero ser. No escondo que creo que, después de cortar cuatro orejas en dos años, merecía estar en la corrida de tres, pero esto demuestra que no siempre lo que haces en la plaza es lo que más cuenta. Con todo, ahora sólo me centro en el toro que me espera porque es la llave que tengo para mantener abiertas las puertas de Sevilla", afirmó el jinete de Escacena del Campo. 

 

Andrés Romero reconoció que está estrenando "ilusiones nuevas que me hacían mucha falta" en las personas de sus dos apoderados, Óscar Polo y Carlos Pereda, a quienes agradeció "que se hayan embarcado en mi proyecto y que ya lo hayan hecho tan suyo. Están volcados y me hacen sentir especial. Cuidan de todos los detalles, no sólo del torero, sino, sobre todo, del hombre. También a ellos tengo que corresponderles en la plaza para ayudarles en su labor, al fin y al cabo, siempre se ha dicho que el mejor apoderado de un torero es él mismo".

 

Atendiendo a las preguntas de Paco Guerrero y del público que llenó el Casino de Nerva, Romero se refirió también a su cuadra, a Guajiro y a Kabul -la estrella y la ilusión entre sus caballos-, a cómo trabaja cada día con ellos, a la necesidad de hacerlo muchas horas para alcanzar y mejorar el nivel con el que competir con compañeros de tantos años ya de trayectoria y de magisterio, de su apuesta por la promoción de la Tauromaquia entre los más jóvenes, de Escacena, de Huelva y de cómo se siente de querido por la afición onubense... En conclusión, de todo aquello que envuelve su momento presente, sobre el que se levantan tantas expectativas de futuro.

 

 

 

No sólo por su presencia de anoche, la afición de Nerva y la Sociedad Centro Cultural le agradecieron a Andrés Romero la atención que siempre presta a cada llamada que recibe de la localidad nervense, como ya hizo el año pasado para participar de una exhibición de toreo a caballo de salón a beneficio del Comedor Social de Nerva.

 

 

Fotos GILBERTO HERNÁNDEZ

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